Afrontar La Incertidumbre Para Prevenir El Burnout. Algunas Propuestas.

Afrontar la incertidumbre para prevenir el Burnout. Algunas propuestas.

Lo cierto es que en los últimos años y de forma progresiva, las cosas están cambiando a un ritmo que a veces resulta difícil de asimilar.

La sociedad, el clima y muchos paradigmas laborales, sociales y políticos ya no son los mismos, e inevitablemente eso deja una impronta que nos afecta a todos.

La situación sanitaria a nivel global no está exenta de estos cambios. Aunque lamentablemente, esto supuso también para el personal sanitario, el aumento de la incidencia del Síndrome de Burnout en una o todas sus dimensiones y el éxodo de muchos profesionales en búsqueda de otros horizontes o espacios en los que se puedan sentir más satisfechos, más reconocidos y más valorados.

Nuestro cerebro busca seguridad para sobrevivir y esto evidentemente puede determinar un aumento de la ansiedad.

A menudo, frente a las noticias familiares, económicas, políticas, globales, nuestro sistema entra en la fisiología de la amenaza y aparecen dos tendencias defensivas: o bien sentimos bloqueados y nos queremos quedar acostados en cama y taparnos hasta la cabeza aislados de todo; o bien queremos salir y hacer, hacer y hacer con la intención de «combatir» a quienes representan todo lo que anda mal.

Y ambas cosas están bien, siempre y cuando se hagan bien.

La fisiología de amenaza, (condicionada fundamentalmente por la adrenalina y el cortisol, entre otras) puede resultar operativa en ocasiones, cuando tomamos decisiones en situaciones vitales como puede ser una situación de emergencia con algún paciente, con nosotros mismos o nuestros seres queridos. Incluso en casos menos extremos, simplemente para preservar nuestra supervivencia.

Sin embargo, mantener a mediano – largo plazo esa situación sin las habilidades adecuadas para gestionarla, ni para recuperarse y restablecer una fisiología de motivación y calma, representa el terreno fértil para el estrés crónico (distrés) y sus consecuencias en nuestra salud física, mental y emocional.

Lo importante es que hay un “camino medio” entre la parálisis y la hiperactividad combativa, que consiste en cultivar gradualmente la capacidad de estar con aquello que no es como nos gustaría, y ver cómo podemos aportar y lidiar con ello, de una manera que al menos no añada sufrimiento al sistema y que quizás, también pueda ejercer un aporte.

Está bien parar, para tomar una pausa, o un espacio de reflexión que nos permita valorar y percibir nuestros pensamientos y nuestras emociones, pero quedarnos bloqueados no funciona, necesitamos estar operativos y tranquilos, y tomar acción.

Hacer por hacer:  tampoco; hay que saber parar y reconducir nuestras acciones evaluando la situación, a nosotros y a las circunstancias que vivimos.

En esos casos hay que mirar a ambos lados. 

Para ello es necesario:

  1. “Re-conocernos” y aprender a parar, sentir y actuar.
  2. Mirar con atención y actitud de aprendizaje, para decidir:
  • ¿Qué vamos a DEJAR de hacer?
  • ¿Qué vamos a SEGUIR haciendo?
  • ¿Qué vamos a EMPEZAR a hacer?

Convengamos que gran parte la calidad de nuestra vida viene condicionada por la calidad de las decisiones que tomamos y éstas a su vez dependen de las preguntas que nos hacemos.

La confusión y la ambigüedad se contrarrestan con la claridad, y para tener claridad necesitamos saber lo que queremos y aprovechar la oportunidad de desarrollar una perspectiva distinta, interpretando la información que nos aporta cada experiencia, y utilizarla para actuar con el mayor beneficio posible para todos.

EJERCICIO:

  • ¿Qué vas a dejar de hacer a partir ahora para sentirte mejor? (ej.: tal vez sea comunicarte más, expresar tus necesidades con asertividad, pedir ayuda…)
  • ¿Qué vas a seguir haciendo? (ej.: tal vez agradecer y reconocer lo que sí haces, tal vez escuchar con más atención a otros…)
  • ¿Qué vas a empezar a hacer?,(ej.: quizás cuidarte más, perdonarte por ese error no intencionado y aprender la lección, tal vez pedir disculpas, organizarte escapadas de ocio o llamar a aquellas personas que te importan…)

No se trata de ser simplistas y limitar algo tan complejo únicamente a un cambio de perspectiva y pensamientos.

Es fundamental implementar las acciones necesarias también a nivel global y sistémico por parte de las administraciones.

Pero el presente es el único momento en el que podemos actuar, así que hay que empezar ahora.

Siempre hay algo que se puede hacer.

“Cuando nuestra realidad se derrumba naturalmente emerge el miedo, pues nuestro cerebro está condicionado genética y culturalmente para ello. Sin embargo, al quedarnos estancados en la psicología y la fisiología del miedo, perdemos de vista que el derrumbe de una certeza, también crea un espacio fértil para que algo nuevo emerja”. (G. Brito y P. Chödron)

Seguimos adelante.

 

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imagen Happyheart M.D Fisher J.

 

 

 

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