La Importancia Del Clima Laboral. De La Emoción Individual A La Colectiva .

La importancia del clima laboral. De la emoción individual a la colectiva .

Como ves hacía tiempo que no me pasaba por aquí.

Sin olvidar este espacio como un punto de encuentro, he de decir que en los últimos tiempos, he focalizado mi comunicación en otros entornos divulgativos, y como propósito para este año, quiero retomar  el contacto por aquí ,y así poder compartir más contenidos para más personas.

Al final de eso se trata, de poder transmitir desde la experiencia en el trabajo con otros profesionales y desde la formación, herramientas y recursos que resulten de ayuda para algo tan  amplio y complejo como el abordaje del estrés crónico y el síndrome de Burnout.

Al grano: hoy quiero hablarte de  la influencia del clima laboral en nuestra vivencia de estrés .

El entorno laboral, el entorno social y cualquier medio en el que nos desempeñamos representa un marco donde confluyen percepciones, apreciaciones, historias y relaciones.

Sobre este escenario se crean vínculos y se desarrollan hechos y sucesos que determinan nuestras experiencias y nuestra forma de afrontar desafíos o situaciones diarias.

Pero bajo la superficie,  subyace la contribución de cada uno de nosotros, como personajes dentro de ese escenario, y en gran parte, como responsables de lo que
queremos modificar o crear en él.

¿Cuántas veces nos hemos visto inmersos en grupos donde sentimos que no encajamos del todo?

Tal vez experimentemos una sensación incómoda de “aguantar porque no queda otra”, entre otras cosas, porque nos resulta igualmente incómodo sentirnos juzgados, infravalorados o cuestionados.

De esta manera el equilibrio : PIENSOSIENTOACTÚO se ve afectado y aprendemos a vivir con la sensación de no sentirnos coherentes (pensando una cosa, sintiendo y/o actuando otra) para poder adecuarnos.

Esto finalmente, crea el sustrato idóneo para esconder nuestras vulnerabilidades, y mantener más activado el sistema de regulación de emocional vinculado a la amenaza y alerta. (Gilbert P.2009)

Llevándolo a lo laboral y reorientando la pregunta: ¿Cuántas veces nos sentimos satisfechos por trabajar en un equipo en el que sentimos que contribuimos y nos sentimos apoyados? ¿Qué es lo que hace esto diferente?

En ambos casos también son los propios individuos los que contribuyen a “crear” el clima o el entorno idóneo para que la interacción y el vínculo sea fructífero y productivo a la vez que empático.

Inevitablemente eso también genera un impacto bidireccional y directo en la atención hacia los pacientes.

El clima laboral surge de la interacción en red de tres factores :

Crear eso no se limita a seguir protocolos ni algoritmos, sino que implica desarrollar habilidades:

1) Intrapersonales:
• Autocomprensión.
• Autocontrol y regulación emocional.
• Estabilidad emocional.
• Autoestima y voluntad.

2) Interpersonales:
• La capacidad de interactuar con otras personas.
• La capacidad de empatía.
• Entender las emociones del otro.
• La escucha activa.

La mejora y la ejecución de estas habilidades, por otra parte, cultivables y entrenables, determinan el desarrollo de la inteligencia emocional, tan necesaria, como tristemente desestimada en algunos casos por ámbitos educativos y formativos, bajo la errónea percepción de interferir con los aspectos más académicos de la formación, por su carácter de “emocional y poco objetivo”.

Eso no es así.  Algunos autores (por ejemplo Cheernis y Goleman) afirman que el desarrollo de una adecuada inteligencia emocional determina:
➢ Mejor desempeño laboral
➢ Aumenta la resistencia a la presión y estrés por autorregulación emocional
➢ Mejora relaciones interpersonales/equipos
➢ …

PERO :

  • ¿Dé que manera influye esto en la creación de un clima laboral idóneo para que se pueda sentir motivación, ilusión, y una respuesta adaptativa a las situaciones de estrés?
  • ¿Intentar solucionar estas cuestiones es otra muestra mas de “positivismo”, que nada tiene que aportar a nuestro trabajo como sanitarios, en situaciones especialmente complejas como las que se experimentan en los últimos años?

Las respuestas a estas y otras cuestiones no son únicas ni sencillas, pero lo que sí se ha visto (Selligman, Maslach, y  Goleman D. entre otros), es que la construcción de un clima laboral agradable y empático entre los integrantes de los equipos de trabajo, es crucial para el bienestar de quienes los forman, para el desarrollo satisfactorio de las actividades y para construir comunidades de soporte que favorezcan mayor fortaleza y resiliencia ante situaciones de adversidad (que como sabemos las hay, y las habrá en nuestra labor de atender y cuidar a otros).

Para eso, es fundamental empezar por uno mismo reconociendo fortalezas (no estás aquí por casualidad) y debilidades; indagar en su origen y darles un significado más constructivo para nosotros y los demás .

Te invito a reflexionar :

  • ¿Desde que emoción vives tu trabajo?
  • ¿Crees que cada jornada es un desafío para defenderte y salir airosa/o de la «lucha » contra la enfermedad de los pacientes, las agendas saturadas, el compañero que no te cae bien, etcétera, etcétera…?
  • ¿O crees que cada día tienes la oportunidad de hacer lo mejor que puedes tu trabajo, gestionar tus límites, y observar cómo te sientes para atender mejor tus necesidades?
  • ¿Consideras que  puedes ver también en los otros emociones como el miedo y la inseguridad, para poder comprender su comportamiento y poderles ayudar mientras tu también te cuidas?

 

 

Cuidarnos para poder cuidar.

 

Si te ha gustado, comparte o déjame tu comentario.

Estoy  aquí  si me necesitas, y podremos valorar cuál es la mejor forma para ayudarte. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.