Reflexiones Y La Muerte. Hay Mucho Que Se Puede Aprender

Reflexiones y la Muerte. Hay mucho que se puede aprender

Hoy me doy permiso para reflexionar, y compartir esto contigo.

Hoy quiero escribir de una forma diferente.

Hoy  te quiero invitar también a sentarte y reflexionar; y si  te ayuda a sentirte mejor, al igual que yo mientras te escribo esto, estaré aún más agradecida y satisfecha.

Si hay algo que nos produce un especial impacto en estos tiempos es la muerte, aunque en nuestro ejercicio habitual como profesionales sanitarios convivimos casi a diario con la experiencia de la muerte; todavía en el pensamiento colectivo, sobre todo en nuestra cultura occidental, se vive con el matiz del rechazo.

Nuestra principal misión en el acto de cuidar a otros es, entre otras cosas: evitar  dolor y retrasar la llegada de la muerte, tanto, que en ocasiones nos sentimos inevitablemente invadidos por una sensación de fracaso cuando esto no es así, fundamentalmente en aquellas situaciones donde su llegada es inesperada y rápida.

De alguna manera nos preguntamos si habremos hecho lo suficiente o si lo habremos hecho bien.

 Hacer este ejercicio de autoanálisis incluso dentro de los propios equipos de trabajo es recomendable y útil, porque puede favorecer el aprendizaje sobre lo que hacemos y crear un marco de apoyo entre todos, que nos ayude a superar, muchas veces, nuestro propio malestar.

 

imagen de Alexander Stein

La muerte y la vida son las dos caras de una misma moneda, una no existe sin la otra.

 

Así que no se trata solamente de “estar preparados” para la muerte, la de los pacientes, la de amigos, de compañeros, la de un familiar…la nuestra.

Se trata de estar preparados para VIVIR, sí, así: con mayúsculas, con “lo malo»: miedos, incertidumbre, dolor, rabia, injusticias… pero también con el amor de nuestros seres queridos, nuestros desafíos, nuestros aprendizajes, nuestros logros, el calor de una mirada amiga, las risas, la naturaleza y una larguísima lista de etcéteras que hacen que esto que llamamos VIDA, tenga sentido.

 

Lo que la muerte nos enseña para llevar una vida plena, con sentido e integridad reflexiones del trabajo de Frank Ostaseski

 

  • No esperes: mientras esperamos que llegue el momento siguiente, nos estamos perdiendo éste en el que estamos.

Si anhelamos la perfección y las condiciones propicias para sentirnos plenos y felices, estaremos a merced muchas veces de factores que no dependen de nosotros y eso es fuente de sufrimiento, estrés y pérdida de tiempo

No esperes el momento perfecto para decirle a alguien que le quieres, para darle las gracias. Tal vez luego sea tarde.

 

  • Dale la bienvenida a todo, no rechaces nada.

Aceptar no quiere decir que nos tenga que gustar o que tengamos que estar de acuerdo.

Es comprender que hay cosas externas a nosotros que no pueden cambiarse y que también forman parte de la vida.

Dar la bienvenida no es un acto de voluntad, es un acto de autenticidad, amor y compasión contigo mismo.

 

  • Se tú mismo ( pon todo tu ser en la experiencia)

Se trata de vivir cada experiencia aceptándonos enteramente como cada uno es, en cada momento sin que ninguna parte de nuestro ser se quede fuera.

No es vivir evitando o escondiendo nuestros sentimientos para dar una falsa imagen de seguridad,

Mirarnos al espejo y decirnos: te acepto tal y como eres. Punto.

Reconociendo que tenemos derecho de ser quienes somos en cada momento, con nuestros miedos y, nuestras inseguridades (aunque estemos al cuidado de otros).

 

  • Encuentra un lugar de descanso en medio del acontecimiento.

En una frase: “¿Hace falta que nos muramos, antes de poder descansar en paz?”

Nuestra cultura de la inmediatez nos induce a actuar con impaciencia, imbuidos por el deseo de un resultado que le de significado a lo que hacemos. Nos centramos tanto en el resultado que nos olvidamos de disfrutar el camino que nos lleva a él.

 

  • Cultiva la curiosidad, la sorpresa, la maravilla, el asombro

Con frecuencia tenemos la mente demasiado llena de prejuicios, creencias,“debería”,“tendría que»y eso, estrecha nuestra mirada y nos condiciona.

Necesitamos darnos permiso para sorprendernos aún de cosas sencillas, permitirnos ser aprendices, y descubrir en lo cotidiano experiencias que nos enseñan a re-conocernos a nosotros y a los demás.

 

Como decía Pau Donés

 

Lecturas recomendadas:

  • Frank Ostaseski(2017) :Las cinco invitaciones: Descubre lo que la muerte puede enseñarnos sobre la vida plena. Ed.Océano
  • Bronnie Ware (2013) Los cinco arrepentimientos antes de morir. Ed. Grijalbo
  • Pau Donés.( 2017) 50 palos:… y sigo soñando. Ed. Planeta
  • Elizabeth Kübler Ross, (1984) La muerte un amanecer Ed. Luciérnaga.

 

Seguimos adelante.

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